¡Cambia tu destino!
Cambiar tu destino. Este parece ser el destino de todas las personas. Como en un drama griego, los seres humanos serían personas obligadas a resignarse con lo que la edad les trae y lo sabio sería simplemente aprovechar lo que se tiene en cada momento.
- Los JOVENES tienen TIEMPO y ENERGIA pero no tienen DINERO
- Los ADULTOS tienen DINERO y ENERGIA pero no tienen TIEMPO
- Los ANCIANOS tienen TIEMPO y DINERO pero no tienen ENERGIA
Sin embargo, hay una trampa lingüística en este dicho. Olvida que TIEMPO tiene dos acepciones muy diferentes. El TIEMPO de los ancianos se mide en horas de disfrute mientras que el TIEMPO de los jóvenes se mide en años, en lustros de futuro. Incluso el adulto tiene bastante de este TIEMPO para poner en marcha su plan. Así pues, habría que reeescribir el texto así:
- Los JOVENES tienen FUTURO y ENERGIA pero no tienen DINERO
- Los ADULTOS tienen FUTURO, DINERO y ENERGIA pero no tienen TIEMPO
- Los ANCIANOS (especialmente si nos han hecho caso) tienen TIEMPO Y DINERO, aunque un poquito menos de energía.
Es un puñado de pequeñas decisiones que nos ponen en el camino. Decisiones de pequeño impacto económico (normalmente pocas decenas de euros mensuales, lo que hoy gastamos en gastos superfluos probablemente), pero de un extraordinario impacto sobre nuestras vidas y las de los seres que4ridos que nos rodean. Tenemos que reflexionar y darnos cuenta de que los miedos económicos están en la raíz de la mayor parte de los problemas de las personas.